Son muchas
hermanas gemelas,
achuchándose en el marco
de su caja de cartón.
Están soñando en silencio.
Son puritanas sin brazos
y sin manos y sin dedos,
y son mensajeras del cielo
de la luz y del color.
Son puritanas sin brazos
y sin manos y sin dedos,
y son mensajeras del cielo
de la luz y del color.
No se tocan
entre ellas,
pero conocen
que un roce
encenderá
sus cabezas
y que el destino
común
de ser una flor
de fuego
habrá de llevar
a la llama,
siguiendo
su cuerpo
recto,
de la cabeza
a los pies.
Desean
quemarse
pronto,
brillar
un segundo
en la noche
y que sus
restos
negruzcos
reposen
con todo
derecho
en el edén
de las cosas
que han
cumplido
su función.
Esperan
la mano
firme
que abre
la caja
y saca,
y prende
en el lateral
y esperan
la paz
tranquila
del cenicero
final.
Ras,
ras,ras.
Ras,
ras, ras.
Desean
quemarse
pronto,
brillar
un segundo
en la noche
y que sus
restos
negruzcos
reposen
con todo
derecho
en el edén
de las cosas
que han
cumplido
su función.
Esperan
la mano
firme
que abre
la caja
y saca,
y prende
en el lateral
y esperan
la paz
tranquila
del cenicero
final.
Ras,
ras,ras.
Ras,
ras, ras.