Con cariño

Te quería a mi manera.
Tú me has visto interpretar
el papel del suficiente,
del que tiene confianza
y se mueve por el río
con la piel resbaladiza 
de la anguila, o el papel
del que no sabe dónde va.
Tú sabes, porque lo has visto,
que de veras te quería
pero nunca fui capaz de devolverte 
ni siquiera la mitad
de aquello que tú me entregabas.
He sido un hombre sin rumbo,
un loco sin fundamento,
un edificio sin plan,
un avaro que administra
sus rentas de amor sin pensar
en los efectos dañinos 
de estar en números rojos.
Nunca he sabido medrar
en la liga que jugabas 
tú conmigo...
 En el pulso de la vida,
me has ganado tantas veces
que te quiero cada día
un poco más.