Y yo te tiré los tejos
y tú no me hiciste sitio,
ni en tu agenda, ni en tus ojos,
ni en tu lecho...
Me miraste con desprecio,
me arrancaste la esperanza
y me hiciste aquí en el pecho
un tajo profundo y rojo.
Ahora te miro de lejos
e imagino cada noche
que quieres salir conmigo
y que en verdad te intereso.