El cigarro se consume
inclinado hacia delante
y calienta el cenicero.
El humo juega en el aire
y calienta el cenicero.
El humo juega en el aire
al juego de disfrazarse
de hilo de ingrávida lana...
de hilo de ingrávida lana...
Contemplo la gris serpiente
que asciende y desaparece,
cuando le toca la luz,
y el residuo perezoso
que impregna también de gris
la plaza que fue brillante.
Luego siento que se ahoga,
la plaza que fue brillante.
Luego siento que se ahoga,
sin que nadie se dé cuenta,
y lo llevo hasta mis labios
para quemarme en su fuego.
Escucho cómo crepita
e interpreto lo que piensa.
Le comprendo:
"La vida pasa deprisa".
Sobre el cristal de su tumba
se adormece para siempre
la ceniza...
la ceniza...