¿Cuánto?

¿Me quieres?
¿Cuánto me quieres?
Te quise y te quiero tanto

Entre lo negro y lo blanco,
entre el sí y el no desnudos,
hay un matiz, hay un grado 
o una escondida reserva.
De las palabras, el peso
varía según su lugar,
según la voz 
de quien habla,
según el color del santo
o el tamaño de la letra
de su banco.

No supe decirle cuánto...