Mal empezamos: Un gobierno inadecuado

Que un presidente Mariano ponga al gobierno bajo la advocación de Santa María resulta muy coherente con el concilio de Trento. Resulta también natural que Pastor esté en los puertos, aunque no se entiende bien que se le entreguen los canales, las carreteras y las vías del tren. Tampoco entiendo el por qué de que una provincia casi deshabitada, como Soria, se haga cargo de energía e industria, ni las razones por las que el ministro de economía no se puede caer del guindo, ni el por qué el de educación necesita Wer para creer, y menos que el argumento para desempeñar la cartera de justicia sea el de ser muy gallardo. Sin embargo, lo peor, lo que me resulta más incomprensible es lo que queda: ¿A quién se le ha ocurrido entregar sanidad a Mato?