Sí está

Ella nota
que su aliento está detrás
y que se acerca a su rostro.
Él le toca
en el envés de su mano,
y ella piensa 
que el deseo se convierte
en realidad.

Ella espera
el brillo de sus palabras,
mientras el polvo dibuja
anillos de luz en la escala
de un rayo de sol vespertino

Él consiente en penetrar
del lado de su mirada. 
y ella cambia 
el signo de sus labios rojos
por su sonrisa de verde,
y ordena a sus párpados mudos
que dejen de ser cortinas.

De pronto
el telón se levanta:
Se esfuma el beso de amor, 
el vago rumor de la fiesta,
y vuelve la vida vulgar...

¿Quién destruyó la ilusión?
-pensó la bella durmiente-
Hubiera sido mejor
seguir soñando en la siesta.